martes, 3 de diciembre de 2013

Mi vida como bully

“Nos acostumbramos a la violencia,
y esto no es bueno para nuestra sociedad.
Una población insensible es una población peligrosa”.
Isaac Asimov



"¡Zorro franqui, zorro franqui, zorro franqui!", arengábamos unos tres o cuatro a todo el bus, y el resto de niños nos seguía en el coro, todos menos unos pocos que estaban sentados adelante, muy cerca del target, como llaman ahora a las víctimas.  La cosa siguió un buen rato, hasta que mi hermano, que también estaba sentado adelante, me hizo una seña.  Se llevó el índice al ojo y lo deslizó por su mejilla. Habíamos hecho llorar a nuestro compañero.  Ya a estas alturas, no recuerdo exactamente porqué le llamábamos así, pero me parece que el chico usaba unos zapatos muy toscos, probablemente ortopédicos, y eso, más su altura, nos lo hacía parecido al monstruo de Frankenstein.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Taquito


lunes, 26 de agosto de 2013

5 músicos con carrera de solista subestimada(y que debes escuchar ya)

En el principio se encuentran. Luego se reconocen.
Entonces empiezan a tocar. Luego forman una banda.
Pronto aprenden a tocar. Después ensayan.
Pronto vienen los conciertos. Luego vienen las grabaciones.
Siguen más conciertos.  No hay dinero.  Vienen más grabaciones.
Luego hay sesiones de fotos y entrevistas.
No hay dinero.  Vienen los viajes.
Siguen los conciertos. Empiezan las dudas. Hay muchas entrevistas.
Hay dinero, nunca es suficiente. Siguen los viajes.
Hay demasiadas entrevistas y sesiones de fotos.  Siguen los viajes.
Hay grabaciones, nadie está conforme. Dividamos el dinero.
No hay banda.  

Y llegamos a la parte que le da el título a este post. Ya sea porque uno de ellos siempre quiso ser solista, o que realmente la banda fue la armonía de unos proyectos musicales propios, no es raro el caso en que uno o varios miembros de un grupo, se aventuren hacia una carrera en solitario.  Y no hay mejor palabra que aventura para describir estos esfuerzos, porque como en toda empresa de riesgo, los resultados pueden ser catastróficos.  Así mismo, podemos encontrar verdaderas joyas en este grupo de mamíferos, que no están en peligro de extinción, ni de cerca, pero que sus perfiles de Wikipedia no reciben tantas visitas como los de sus antiguas bandas.  Sin más preámbulo y en desorden, estos son cinco artistas que, a mi criterio, tienen  una carrera solista subestimada, y que les recomiendo que empiecen a escuchar ya:

Graham Coxxon
Si la Venganza de los Nerds hubiese sido un documental tipo Behind the music, con entrevistas a los pesados del rock de la época y estreno incluido de algún tema inédito que se encontró, por casualidad, durante el rodaje de la película,  Graham Coxxon hubiese visto esa película, e igual hubiese dicho: "Bah".  Fiel al estereotipo de inglés, introvertido, cínico y guitarrista nerd, su carrera solista es un reflejo de esa personalidad, pero sin la fricción constante con el personaje de Damon, quien tienen una vena más dramática, con tendencia a diva.  Los temas de Graham bordean la ira escondida que seguramente esconde tras sus gafas, y sobre todo bajo su sarcasmo, pero todo dentro de un paquete de ternura y sonido brit irresistibles. Genio.



Dave Stewart
Dave se volvió loco y tuvo ataques de ansiedad porque luego de 20 años de conocerla, Annie Lennox le confesó que era mujer.  Tiempo después, tuvo un ataque de pánico porque pensó que un científico loco había clonado su imágen para hacer una música de mierda y forrarse los bolsillos a costa suya y de su nombre.  Luego de quemar dos autos y noquear a un policía, pudieron calmarlo tras explicarle que lo que había visto, era Roxette.  En fin, dentro de todo ese caos, Dave sigue haciendo canciones espectaculares, de esas que, a veces, parece que ya se acabaron.



Jerry Cantrell
Fuera de la oscuridad de Alice in Chains, Jerry crea canciones que quedarían perfecto como soundtrack para andar sin zapatos por algún pantano y cazar cocodrilos con las manos, despellejarlos y beberse el dinero sentado en un sofá afuera de tu casa, mientras miras desafiante a los transeúntes y apagas cigarrillos con los pies (aún descalzos).



Ian Brown
Mr Brown siempre sale en sus videos caminando, andando en bicicleta, tomando el tren, etc porque nunca para. Los Stone Roses le hicieron perder demasiado tiempo. Aún así, hizo un espacio en su agenda para apadrinar a Noel y en el camino, seguir escribiendo canciones tan británicas como la hora del té.



Jack White
Caminando sobre la delgada línea entre el snobismo hipster y la genialidad honesta, Jack se encuentra labrando una carrera solista, cargando con la cruz de los White Stripes.  Lento pero seguro, de a poco logrará encaminarse.  Es un working class hero.




Menciones especiales:
El comité elector, osea yo, decidió dejar fuera de la lista un par de nombres. En los casos de Richard  y Jarvis, no considero que han tenido una gran carrera solista, pero sí que han creado grandes temas durante su tiempo en solitario.  Lo de Stevie va más porque creo que su carrera no ha sido subvalorada, sino que no ha tenido una gran difusión.

Richard Aschcroft http://www.youtube.com/watch?v=vbfgKANU2J0
Jarvis Cocker https://www.youtube.com/watch?v=Gr96A9XG1rs
Stevie Nicks http://www.youtube.com/watch?v=Dn8-4tjPxD8

Si se me escapó algún nombre, usen la caja de comentarios para ayudar a completar esta lista. Y si aún no entienden porqué se separó una banda, cuando se veían tan felices y ganaban tanta plata, vean el último capítulo del Anthology de los Beatles, googleen las peleas de The Police y consígan la factura de los abogados de los Pink Floyd.

¡Salud!

viernes, 5 de abril de 2013

Curco


Lo decían en MTV, y aún así era increible.

Levanté el teléfono. Ya había una voz del otro lado.

-Se murió, loco.

-Simón, ahí están pasándolo.

-Chuta pipol ¿y ahora?

-No sé, no dicen nada más.  La gente se está reuniendo afuera de la casa del man. Ha dejado una carta.

-Qué verga pipol, yo pensé que era por lo que el man estaba enfermo.

-Osea el man si estaba enfermo, vivía jodido con la barriga. Y las drogas...

-La plena pipol, el man si le hacía bastante, y ¿qué dice el Curco?

-No he hablado con el man, si ahorita veo esta nota y a lo que alzo el teléfono ya estabas tú.

-Yo de una fui a llamarte, porque por ahí dijeron algo en la radio. La nota es el Curco pipol, ese man se pega un tiro.

-Aguanta no hagas cháchara que así mismo fue.

-Habla serio.

-Serio.  El man se ha encerrado en un cuartito y se ha disparado.

-Vesa vaina.

-Aguanta un rato que están tocando el timbre.

-Ya.

-Maricón ya te llamo, ¡es el Curco!

-Bacán, chao.

Ahí estaba el Curco, afuera de mi casa, soportando sádicamente el calor de Guayaquil con un abrigo de lana, jeans, zapatos Converse y el pelo largo.  Su flaqueza extrema hacía juego con la curvatura de su espalda, la que le hacía honor a su apodo.  El Curco siempre estaba serio, y en sus mejores días, triste.  Trataba de ser sarcástico, pero pocas veces lo lograba. Trataba tomando drogas, pero no le pegaban bien. Quería que lo rechazen, pero todos lo aceptaban.  Trataba de ser Cobain, pero solo llegaba a Curco.

-Entra, loco.

-Habla -me saludó con su mano sudada.

-Turro ¿no?

-¿Qué cosa?

-¿Cómo que cosa? ¿No sabes?

-¿Qué? ¿No puedes salir? Pssste man...

-Nada loco. Vente, tengo algo que contarte.

viernes, 22 de marzo de 2013

El Rock como excusa para ser optimista


A los viejos amigos que el Rock me regaló.

"Como una patada en los huevos...", "Tiene punch...", "Es ácido..." cada vez que leo críticas de álbumes de Rock, abundan los adjetivos bruscos, las figuras violentas.  Porque el Rock es música así, transgresora, atrevida, que si no te hace sentir golpeado, como que no cumplió su objetivo.  Y por eso es que uno, cuando es adolescente, se deja seducir por él.  Porque solo el Rock puede entenderte cuando te putean, cuando no te quieren,  cuando pegas y cuando te pegan, cuando despertaste en la vereda del garaje del tipo que quiso llegar temprano a su trabajo, cuando te cogieron por consumo y al rato te aflojaron por chiro, cuando te joden por el pelo largo y luego te ponen apodos cuando te rapas, cuando no quieres bailar en las fiestas, en fin, cuando eres adolescente.  Y digo que te dejas seducir, porque tú no escogiste al Rock, el Rock te escogió a ti.

Y por eso es importante el Rock para pasar esos malos ratos, porque uno piensa "bueno, pero me sirve para meterlo en alguna canción (si eres músico)" o para contarlo en la próxima chupa, con mis panas, mientras escuchamos... Rock por supuesto.  Y ahí salta el genio creativo que llevamos todos los roqueros, porque las anécdotas se vuelven épicas, y resulta que fue uno el que le pegó al policía, el que se llevó a la pelada, el que peleó con cinco y al final le dio pena el sexto, el que tuvo la última palabra.  Pero la verdad, las derrotas, se las lleva uno a la tumba y solo las saca a pasear de vez en cuando, para que no se vayan a morir, para no olvidarlas.

Porque las derrotas, el hambre, las lágrimas, son importantes. Porque cuando el rock no tiene calle, no la vio negra, no ha sufrido... ¿Qué nos queda? ¿Blink? ¡Váyanse a la mierda!


martes, 5 de febrero de 2013

Mi Jessico


Mi historia con los Babasónicos tiene raíces profundas, lejanas.  Recorrer esos caminos es inventar mucho, porque esos años de adolescencia tardía y tóxica, se encargaron de borrar las certezas, y me dejaron las sensaciones, que hasta hoy quedan. 

En esa época, la conversación bailaba entre la polémica por el término de Rock Alternativo ("alternativo a qué" te preguntaba algún amigo con ganas de discutir), del porqué no despegaba el Rock nacional (sí, desde esa época), de la gran farsa del underground, y otras cosas más o menos trascendentales, pero cuando salía la referencia de los Babasónicos, había un consenso.  Ellos eran (y son) diferentes.

Y así, gracias a la sabia decisión de ponernos MTV por señal abierta, disfrutamos de la omnipresencia babasónica desde sus inicios en los arrabales del Raizónica, hasta la toma de poder en el primetime de la gloriosa cadena.  Fuimos testigos de sus comienzos más kitsch, los sueños camp y la evolución al porno setentero, los guiños al 007, la decadencia hasta llegar a su punto culminante en el Miami, donde retratan la sociedad argentina en la época menemista, con sus profundas contradicciones y el abandono que sentían frente a los monstruos populistas, de la vida loca, o como decíamos por acá, la cultura del quechuchismo.

Y luego de eso, una pausa.

Después supe que, por algunos motivos, terminaron su contrato con la disquera, y empezaron su aventura independiente, bajo el sello Bultaco.  Y lo que para muchos de nosotros fue un largo silencio, para los Babasónicos fue una época muy prolífica, donde siguieron explorando sonidos, siempre con esa mirada retro, canciones menos "radiables", pero definitivamente muy interesantes y arriesgadas.  La tecnología me privó de escuchar esos discos en su momento, en el contexto indicado. No habían redes sociales o Youtube, pero quizás fue mejor así.

Ya en el 2001 me fui enterando de que había un nuevo disco, en la selva que era la internet de hace más de diez años, pero todos eran mensajes un poco contradictorios, no había un Amazon Argentina, había Musimundo, pero no era muy estructurada la página como para poder saber si era cierto lo del disco en cuestión. Otra cosa, no me cuadraba mucho el nombre, no creía que era ese, y por eso buscaba como a ciegas.  

Ya la vida había hecho su parte con mi historia, y yo ya estaba casado, con mi esposa encinta, esperando a Sofía, mucho más chiro, y con menos tendencia al existencialismo que en aquellos primeros años del MTV en señal abierta.  Igual, Babasónicos es, para mí, de esas bandas que me regresan al status de fan y me permiten ilusionarme con la salida de un disco.  Una noche de insomnio, de paso por MTV (en señal pagada), salió un pescadito cantando "va a venir, no va a venir, o va a venir... daléctrico".  No tuve reparo en levantar a Gaby, mi esposa embarazada, para contarle que los Babasónicos habían vuelto.  Ella, como siempre comprensiva, tuvo el tino de no mandarme al diablo.

Justamente mi mamá iba a viajar a Argentina, y yo solo hice tres encargos por escrito, para que no haya confusión, textualmente: el Jessico de los Babasónicos, la Biblia de Vox Dei y cualquiera que me logre conseguir de La máquina de Hacer Pájaros.

Llegaron mis encargos, sepultados en una funda de ropa de bebé, después de los agradecimientos de rigor, subí a mi departamento, metí el cd player en el cuarto, y de una al track 01 del Jessico.  Me acuerdo, que lo primero que hice fue decirle a Gaby, que Los Calientes, iba a ser el hit de ese disco. A pesar de que me equivoqué, porque ese disco estaba lleno de hits, fue ese tema y ese video los que comienzan a escribir esta segunda venida de la banda.  

Lo que vino después, para mí era una confirmación, un orgullo ajeno, porque al fin sentía que la música había vencido, que esa historia, era una historia compartida,  que nunca fue tarde para que ellos ocuparan el lugar merecido, y que valía la pena intentar algo más.  Y si quieren más pruebas de que los puntos  siempre se conectan, les cuento que, poco después, vinieron los Babasónicos a tocar a Guayaquil, y fue en ese concierto, o más bien a la salida del concierto, donde empezó a nacer la idea de otra banda que también tuvo su historia: Luciérnaga.

Hoy mi Jessico ya no está conmigo, debe de andar por ahí, perdido, prestado, prostituído o qué se yo, lo que sé es que donde sea que ande, como si fuera la lámpara de Aladino, solo bastará escucharlo para que siga seduciendo.  Por lo demás, y como dicen con respecto a los libros, yo lo aplico (también) a los discos: 

"Los discos tienen su orgullo: 
cuando se prestan, no vuelven nunca."