Para ella y su grupo no fueron suficientes ni el Congreso de los manteles, ni los palazos en en el desaparecido Tribunal Supremo Electoral, ni las amenazas con piola de muerte cruzada, etc. Este grupo que ha tenido actitudes mencheviques, jacobinas y hasta aristocráticas, hoy se da cuenta de que el Gobierno hace rato no necesita intelectuales. Necesita cheerleaders.
Y María Paula no está para esos trotes. Por eso hoy, ella y su grupo dejan atrás los pompones, y se lanzan al andar de la camioneta verde limón. Un poco tarde quizás, pero mejor tarde que nunca. Ellos que siempre trataron de darle una explicación racional, a cada uno de los disparates del Presidente, hoy ya se les acabó el hilo en el carrete de las excusas.
Solamente espero, que el espacio que han ganado, como sea que lo hayan ganado, no sea abusado en los interminables bailes políticos en la Asamblea, y que ahora sí sean consecuentes y demócratas y menos pacientes ni pasivos.
Se rompió la jetatura, pero las otras veces me hice la loca, loca loca